"Comedia repugnante de una madre"

Sorpresa tras haber asistido a este último montaje tratral del grupo Kilkarrak, que se ha venido representando consecutivamente los días 2, 3 y 4 del presente mes en el salón de actos del colegio Remontival. (Fuente: Revista Calle Mayor)

Una cuidada puesta en escena, efectos luminosos y puntuales guiños al espectador dejaron ver un trabajo serio y un gran esfuerzo imaginativo de este grupo local que ha de ser apreciado por cuantos acudan a las representaciones.

Sin embargo, "Comedia repugnante de una madre" del autor polaco Stanislaw Witkievicz es una obra árida, difícil y demasiado ambiciosa sobre todo para un público con escasa cultura teatral.

Además hubo exceso de gritos sobre el escenario. Debieran haber dosificado un poco más los momentos de clímax dramático, ya que recurrir al alarido por sistema para captar la atención del espectador produce saturación y llega a cansar sin lograr el efecto pretendido.

El personaje de la madre sobre el que gira la trama careció de un componente al que los diálogos conceden gran importancia, y este es su condición de aristócrata. La caracterización que del mismo nos ofrece Lucía Echávarri, su intérprete, se acerca más al de una pordiosera borracha que al de una aristócrata venida a menos.

Más pausado y comedido en su papel se mostró Pedro Irulegui que hizo una recreación muy vçalida de León, el hijo, y demostró sus buenas cualidades interpretativas.

El resto de los actores, con menos peso específico en la representación, estuvieron francamente bien y compusieron muy aceptablemente sus respectivos papeles.

También los músicos supieron remarcar con acierto lo que iba sucediendo en el escenario, pasando a tomar el rol de protagonistas en determinados momentos.

El público ha acogido con interés este trabajo escénico acudiendo en gran número a las distintas sesiones y aplaudiendo abundantemente al final de las mismas.

Goyo Escobar

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