Cinco personas eligen en estas líneas sus plazas preferidas desde distintos puntos de vista, para el juego de los niños, por sus monumentos, su accesibilidad o su sabor popular. (Fuente: Diario de Navarra)

Junto a la Coronación, otras 16 plazas se reparten en el callejero de Estella. Cinco personas de distintos ámbitos de la vida local eligen en este reportaje una plaza bajo cinco prismas distintos, la del espacio más seguro para los niños, la más valiosa desde un punto de vista histórico, la más fotografiada, la más apta para el teatro o la que menos barreras arquitectónicas presenta.

La plaza teatral de Pedro Echávarri

Vinculado a la cultura local, Pedro Echávarri Vega, cabeza visible del grupo de teatro Kilkarrak, tiene su plaza si por posibilidades escénicas se le pregunta. La de San Nicolás, no catalogada así en el callejero, adopta popularmente ese rango y tiene peso propio dentro de la calle del mismo nombre. "Es más recogida, de forma que la voz y la visualización se pueden seguir, y las escaleras de San Pedro ofrecen posibilidades que se han aprovechado en citas como la noche del patrimonio", indica. Y, escena al margen, este librero estellés no olvida la de Santiago, vinculada a la infancia, a las ferias y a los orígenes familiares. "Sería incompatible con una función, pero es la que personalmente más me gusta. Siempre ha sido una plaza muy típica de familias de Estella y me parece muy bonita con los tilos, tal y como está configurada", subraya.

Gregorio Díaz, entre San Martín y Santiago

Gregorio Díaz Ereño, director del Museo Gustavo de Maeztu, se queda con la de San Martín desde el punto de vista del patrimonio. "Es distinta a otras plazas mayores, pero constituye un monumento en sí misma, un pequeño rincón en el que están presentes 600 años de historia de la ciudad, entre los siglos XII y XVIII. Como remate, la torre y fachada de San Pedro que constituyen una estampa de belleza de primer nivel", dice. El responsable de la pinacoteca municipal se traslada a otra escenario para hablar de la de Santiago, una plaza vivida que conserva el valor del patrimonio más popular. "Sigue conservando el aire de una pequeña ciudad, un lugar en el que continúa viviendo la gente que ha nacido allí y, aunque ha habido intervenciones más o menos afortunadas, uno puede disfrutar de estar sentado y escuchar tranquilamente el murmullo del agua", comenta.

Silvia García y la plaza para los niños

Silvia García González, concejala de Cultura, tiene en la de los Fueros su plaza si piensa en el lugar ideal para el juego de sus hijos, de 6 y 8 años de edad. "De cara a los niños me parece muy adecuada, no pasan coches y tiene una amplitud que les permite jugar sin peligro. La veo también como el centro de reunión de la vida ciudadana cada vez que se celebra algo y es punto de encuentro para todos los que pasamos por allí", comenta. Como otros consultados, la edil regionalista alude a otro rincón en las antípodas del elegido para el juego infantil. "Cuando entras en la plaza de San Martín desconectas de la otra Estella, parece como si te trasladaras a otra época", argumenta.

Domingo Llauró y la más fotografiada

En la colección fotográfica de Domingo Llauró Campos hay un lugar para la plaza más retratada del callejero estellés. Además de sumar el mayor número de instantáneas, a la de San Martín pertenecen también algunas de las más antiguas. "La tengo entre mis favoritas por el museo y todo lo que tiene alrededor. Como no hay coches dentro, los niños pueden jugar tranquilos", comenta. Llauró se refiere a las dos caras que muestran otras dos plazas de la ciudad, al aspecto popular de la de Santiago, donde se hace una vida de barrio con las familias del entorno, frente a la de los Fueros. "No busques allí vecinos, son todos de otros sitios de Estella que se reúnen allí. Y en ésta del pavimento habría que hablar", dice.

La más accesible para Miguel Martínez

El arquitecto Miguel Martínez de Morentin Morrás, vecino de Barbarin y asesor de Amife, habla de las plazas más céntricas de Estella desde el punto de vista de la accesibilidad y concluye que la de la Coronación puede llegar a ser la más accesible siempre que se dote de algunos bancos con respaldo y reposabrazos y de que se coloquen papeleras adaptadas. "No presenta desniveles, el pavimento es adecuado y la conexión con el resto de la ciudad es accesible, además de tener un teléfono adaptado en sus inmediaciones".