Lácar recrea su batalla como fiesta ya de interés en su quinto aniversario

Unas 230 personas participaron el pasado sábado en la representación de la victoria carlista acontecida en 1875. (Fuente: Diario de Navarra)

Momento de la entrada de los carlistas a la plaza del Rebote de Lácar, con soldados liberales heridos ya en el suelo. (Foto: Montxo A.G.)
Momento de la entrada de los carlistas a la plaza del Rebote de Lácar, con soldados liberales heridos ya en el suelo. (Foto: Montxo A.G.)

La representación el pasado sábado de la batalla de Lácar fue una edición especial. Especial porque se cumplían cinco años y porque era la primera vez que se llevaba a cabo después de haberse proclamado Fiesta de Interés Turístico en Navarra el año pasado. Un nombramiento que le otorga mayor prestigio y que favorece una promoción que subyace como raíz de todo este montaje.
Se trata de una recreación histórica que atrae al visitante (supera siempre el millar en público) y vende la zona con el empuje de los propios vecinos. Ellos representan su historia, la batalla que el 3 de febrero de 1875 se perpetró allí con la victoria carlista frente al bando liberal, en una plaza del Rebote que conserva 140 años después vestigios de aquella contienda. “Hay restos de proyectiles y balas de fusiles Remington y todo el mundo, más o menos, guarda en su casa algún objeto de aquel episodio. Algunos conservan hasta espadas porque era la propia gente del pueblo la que participaba en estas contiendas”, explicó Charo Apesteguía, coordinadora del acto como técnica de la Asociación Turística Tierras de Iranzu.
Y como tal son ahora los propios vecinos los que se visten como en la época y rememoran lo que allí ocurrió. Unos habitantes de Lácar que se han volcado siempre con esta fiesta y a los que se les suman cada año más voluntarios. Esta vez, se rondarán las 230 personas. “Hay gente de todo el valle, de Abárzuza, de Lezáun, de Oteiza, de Dicastillo, de Pamplona, del País Vasco y hasta descendientes de oficiales que estuvieron en aquella guerra”, enumeró Charo Apesteguía.
Los locales, aunque actúan en su mayoría como figurantes, representan también pequeños papeles dentro de un peso interpretativo asumido por el grupo de teatro estellés Kilkarrak. Su responsable, Pedro Echávarri, se ocupa de la dirección junto al cineasta José María Tuduri Esnal, quien cede los trajes. “Hay incluso alguno que se utilizó ese día de 1875 y conserva manchas de sangre”, apuntó Charo Apesteguía.
Cuatro vecinos se ocupan siempre de adjudicarlos a los participantes en función de las tallas y complexión de cada uno porque no se permiten arreglos. Son piezas en algunos casos con mucha historia que hay que cuidar con delicadeza. “Tuduri fue visitando caserío por caserío recabando este vestuario”, apuntó Apesteguía. Así que, de tal modo, Marian Cía Osta, María Luisa Ganuza Alcalde o María Puy Remírez Osés como mucho sujetan botones o ponen nuevos en el caso de haberse perdido. “Una vez probados y asignados se los suelen llevar a sus casas, pero otros se guardan en un local con el nombre de cada uno. Nosotras hacemos esto, también nos ayuda Juancho Bugallo Eguaras, y el resto de vecinos se ocupan de otras cosas. Es trabajo, pero resulta muy bonito. Echamos una mano muy a gusto”, aseguró Marian Cía.
Ella se viste y a otros, como a Javier Carmona, les toca labores de escena para afuera. Preparativos y atención a los visitantes como concejal él también del Ayuntamiento de Yerri. “Llevamos toda la semana haciendo cosas. Hemos desinstalado la zona infantil para abrir el espacio de la plaza, hemos colocado gradas, hemos habilitado una zona de aparcamiento para recibir cómodamente al público y hemos montado una barra en la calle. A mí me ha tocado solo ponerme el traje en los actos de presentación” apuntó.

17.000 EUROS
Todo el proyecto, que incluye actos en Eraul y Abárzuza, lleva el presupuesto a los 17.000 euros, una cantidad que subvenciona el Gobierno de Navarra, la Fundación Larramendi, Caja Laboral, el Ayuntamiento de Yerri y la Asociación Turística Tierras de Iranzu. “Desde el Ayuntamiento lo hemos apoyado siempre y cuidamos este acto para seguir mejorándolo. Esto no es algo solo para el pueblo. Es una forma de dar a conocer la zona y fomentar el turismo en la comarca. No vasta con poner un cartel donde diga que eso es una casa rural. Hay que organizar cosas de este tipo para promocionar más”, argumentó el concejal Javier Carmona.
La entrada es gratuita, pero la asociación Tierras de Iranzu sí vendió boletos para sortear productos de la zona al término de una representación de la que formaron también parte la Coral del Camino de Santiago, la Asociación de Exdanzaris Francisco Beruete, la Hípica Alto de Muru, la charanga de Cirauqui y los gaiteros Deierri.

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