M.P. Amo. - Lácar

Del silencio cuando el fuego entre bandos se llevó por delante la vida del pequeño Josico, uno de los niños en escena interpretado por Unai Lezáun, a las risas que Pedro Echávarri supo despertar como el cura don Fortunato, la batalla de Lácar brindó ayer un abanico de sensaciones entre un público de casi 2.000 personas que reconoció con sus aplausos el mérito al esfuerzo colectivo. El desplegado por el pequeño concejo de apenas 70 habitantes que recoge -e implica para ello a más de 200 personas- un episodio vivido en el siglo XIX, durante la tercera guerra carlista, en la misma plaza donde ahora se teatraliza convertido en Fiesta de Interés Turístico de Navarra. El de otros pueblos del valle de Yerri y el de localidades de la merindad.

"Nos hemos dejado el alma en ello." Lo expresaba así la gerente de Tierras de Iranzu, la entidad organizadora, metida en el papel de una de las mujeres. A la plaza de Lácar no volvió por la tarde de ayer sólo una batalla. También, explicaba, la vida de la gente humilde que tuvo que sufrir sus consecuencias y cuyas escenas cotidianas se mezclaron con las protagonizadas por los contendientes de los dos frentes. Javier Lana, vecino de Lácar implicado en la representación, destacaba el valor de apuestas como esta para mostrar la cara más humana y cotidiana de un siglo, el XIX, que tuvo algo más que guerras y violencia.

En el primer año con entradas a la venta al precio de 3 euros, la organización estimaba que se vendieron unas 1.600 aunque el número de espectadores fue mayor puesto que no se cobró a los niños. A punto de terminar, en sus compases finales, Javier Hernández -en el papel de periodista inglés que trasladó luego al mundo lo que allí había presenciado- ponía voz a la "miseria y ruina" que la guerra trajo a tierras navarras. Y a cómo Lácar, pese a sus cientos de muertos, no supuso nada más que una "victoria pírrica" puesto que sólo un año más tarde todo estuvo perdido para el carlismo.

¿Qué relata?

Un episodio que tuvo lugar el 3 de febrero de 1875 cuando, en el marco de la tercera guerra carlista, el ejército carlista atacó Lácar y cogió por sorpresa al ejército liberal que comía en ese momento en la plaza del pueblo -la misma escenario ayer de la recreación- mientras tocaba la banda del regimiento de Valencia. Hubo más de 1.000 bajas, la mayoría del bando liberal.

La organización

La idea que nació en una fiesta del valle con Lácar como escenario más de una década atrás -la de cómo recuperar un episodio del pasado local y divulgarlo- se ha asentado con el paso de los años hasta convertirse en uno de los eventos más destacados y con mayor poder de convocatoria del calendario de Tierra Estella. Tierras de Iranzu asume su organización con el apoyo del Ayuntamiento de Yerri y del concejo de Lácar.

La novedad

Antes de la batalla, el público disfrutó con el desfile de modelos locales ataviadas con el vestuario femenino del museo etnográfico de Arteta, vestidos y atuendos de ropa interior algunos de ellos mostrados por primera vez.